El teatro popular se limita a un espacio reducido de Euskal Herria; sobre todo, abarca la región de Zuberoa y su zona montañosa. Dentro del teatro popular hay diferentes tipos de representaciones: las correspondientes al carnaval; las mascaradas o maskaradak, xaribariak o tobera-mustrak y las pastorales. La Pastoral de Zuberoa incluye todos los géneros del teatro (drama, comedia, tragedia) y los actores suelen ser los pastores y campesinos del pueblo. Según Manuel Lekuona, la pastoral, Pastorala, es una representación de la literatura popular que mezcla música, danza y poesía.

Si bien antes no era así, hoy en día en estas funciones se dan a conocer personajes y hechos históricos que tienen relación con Euskal Herria. Aún así, el tema principal siempre es la batalla interminable entre el bien y el mal, en la que siempre acaba venciendo el bien.

Cada año durante el verano, un pueblo asume la responsabilidad de organizar la pastoral. La representación siempre se hace al aire libre, en un lugar descubierto: en la plaza del pueblo, en el frontón, en una campa… El escenario suele ser un tablado; la parte posterior está cubierta por una tela y, encima del tablado, hay una tarima en la que se colocan los músicos. El escenario tiene tres puertas: por la de la izquierda (desde el punto de vista de los espectadores) salen los cristianos; por la de la derecha los turcos y, por la que está en el medio, los ángeles, que habitualmente están representados por niños. Cada grupo de personajes tiene su propia vestimenta: los cristianos (grupo a los que pertenecen el personaje principal, los labradores, los soldados, los miembros de la iglesia…) visten con ropa azul; los turcos (ingleses, españoles, infieles…) con vestidos rojos y, los ángeles, de blanco.

Antaño todos los actores eran hombres; hoy en día, por el contrario, actúan tanto los hombres como las mujeres. La actuación comienza con la marcha de los actores por el pueblo. Después, en el escenario, un actor que tenga buena voz comienza diciendo los versos de presentación, lehen perediküa. De ese modo, cumple con distintas funciones: saluda al público, presenta el tema principal de la pastoral, hace un resumen y anuncia la entrada en escena de los actores. Estos actúan dirigidos por el Pastoralier o el Errejente. La función suele durar entre tres y cuatro horas y se divide en escenas, jelkhaldiak. Para terminar, dan las gracias a todos y se despiden de los espectadores mediante los versos finales, azken perediküa.

Las actuaciones y diálogos principales de la pastoral siguen rigurosamente la forma de moverse por el escenario y las melodías tradicionales. Aún así, los compositores de la pastoral suelen usar de vez en cuando melodías y canciones compuestas expresamente para marcar el momento cumbre de la actuación principal.