Los cristianos celebran el día de los Inocentes el 28 de diciembre. Junto a este acontecimiento relacionado con el nacimiento de Cristo, ha sido frecuente en nuestra tradición, llevar a cabo entre los jóvenes, y especialmente entre los niños, actividades encaminadas a subvertir el orden de la sociedad. Son típicas de este día las bromas.

Una vez gastada la broma, los niños huyen a la carrera escapando de la travesura cometida. Además, en muchos lugares, en esas huidas, los niños recitan fórmulas de burla, que hacen referencia a la ingenuidad o candidez de aquellos que han sido objeto de la broma: “Inuzente, txakurrak buztana tente!”, “Inuzente potente, txasko, txasko, buruaren erdian sartu deutse”, etc.