Fernando Aire Xalbador
Nafarroa Beherea
1.
Siempre me ha gustado la época de octubre
la época de octubre,
danzando por los montes, sintiendo el viento sur
que lleva consigo el pensamiento de las personas,
extraordinaria temporada para los cazadores;
hoy voy a cantar algo para ellos.
2.
Durante todo octubre, a las cuatro de la mañana,
a las cuatro de la mañana,
hasta el más vago se despierta despejado;
llenos de esperanza se encaminan hacia el monte,
estarán desde entonces hasta la tarde
esperando a las palomas que no vendrán.
3.
A nadie puede enorgullecer fallar el tiro,
a nadie puede enorgullecer,
que no llegue nada de eso a sus oídos;
los cartuchos son malos, las aves iban demasiado altas,
se acuerdan de todos los pretextos,
han vuelto a quemar la pólvora en vano.
4.
Este año también parece ser que han llegado mal las palomas,
que han llegado mal,
oímos lo mismo por todos los lados;
yo no puedo más que decir amén a ese rezo,
ya que al oírles tengo la seguridad
de que no comeremos mucha salsa de palomas este año.
5.
Como hay poca caza, siempre de charla,
siempre de charla,
contando unas cuantas mentiras, pues escasea la verdad;
así me he percatado yo a lo largo de mi vida:
si alguna vez han cazado algo,
lo repiten toda su vida.
6.
Debo restituir la gracia del Señor,
la gracia del Señor,
porque al final he aprendido algo:
aunque la caza sea divertida para los hombres,
no ofrece la felicidad total;
el vendedor de cartuchos es el que gana de verdad.
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