DANTZARI-DANTZA

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La Merindad de Durango (Bizkaia) es cuna de numerosas tradiciones. Un ejemplo es el conjunto de bailes conocido como Dantzari-dantza. Estos bailes los interpretan ocho personas acompañadas de un txistulari en las fiestas de los pueblos, barrios y cofradías.

Ya en 1881 el naturalista alemán Humboldt citaba este baile en una de sus obras. En ella daba cuenta de las características del mismo: piezas que lo componen, melodías, y demás, que tuvo ocasión de presenciar en Durango durante un viaje por Euskal Herria.

Desde entonces la tradición, además de mantenerse sin interrupción, se ha extendido a todos los rincones de nuestro territorio.

Este baile es propio del Duranguesado (Abadiño, Berriz, Elorrio, Durango, Garai, Iurreta, Izurtza y Mañaria), y también se baila en el municipio de Otxandio.

En la víspera de la fiesta los bailarines colocan el Donienatxa (roble de san Juan) o Mayo. Suele ser un tronco largo de roble o cualquier otro árbol, debidamente pelado exceptuando las ramas superiores, y adornado con verduras, laurel y otras plantas, y permanecerá allí durante las fiestas. Tras poner el Mayo, los bailarines, vestidos de calle, interpretan Dantzari-dantza y Erregelak como último ensayo antes de la fiesta. Cuando falta el txistulari, lo hacen al son de alguna copla: «En lo alto la punta del pie y más alto aún el cielo. Si no puedes levantar la pierna, mejor que bajes la cabeza».

Antes los bailarines solían tener cierto prestigio. Todos los jóvenes querían bailar durante las fiestas, pero eran el txistulari y las autoridades los que elegían a los mejores. Tras la selección venían los ensayos y finalmente la exhibición. Con el tiempo esto ha ido cambiando. Hoy en día son los grupos de danzas quienes organizan el acto y las chicas han ido incorporandose.

Antaño, el día de la fiesta, los bailarines iban en procesión con las autoridades hasta la iglesia y durante la misa se sentaban en un lugar preferente. En Garai todavía son los propios bailarines quienes portan la imagen del santo en el recorrido entre las iglesias de San Miguel y San Juan al son de la Marcha de San Ignacio. Durante el trayecto hacen un alto en la plaza y bailan el Gernikako Arbola, danza que solo se interpreta en Garai.

Dantzari-dantza hace referencia a un conjunto de bailes. Se comienza con el Agintariena o la Ikurrin-dantza, que como su nombre indica se baila en honor de las autoridades mientras se ondea la bandera. Le siguen Zortzikoa, Banangoa, Binangoa, Launangoa, Ezpata-jokoa (juego de espadas, pequeñas y grandes), Makil-jokoa (juego de palos) y Txotxongiloa (danza del muñeco). Banangoa, Binangoa, Launangoa y Zortzikoa se bailan a turnos en función del número de personas necesario para cada uno, de manera que todos pueden demostrar su habilidad. En el Ezpata-jokoa y la Makil-dantza se hace uso de espadas y de palos, respectivamente. El baile del Txotxongilo se dice que rememora la captura y ejecución de un ladrón.

Para finalizar se baila la Esku-dantza. Los bailarines que van a la cabeza y a la cola de la cadena, hasta ahora siempre hombres, sacan a bailar a la plaza a las mujeres. En la actualidad la distinción entre casados y solteros, hombres y mujeres está muy difuminada. Desde antiguo, en Garai, el día de Santiago has solido bailar los hombres solteros. Los casados lo hacían al día siguiente, durante la festividad de Santa Ana. Ese mismo día, y por tradición, las mujeres casadas interpretan la Esku-dantza al ritmo del tamboril.