El 5 de febrero es el día de Santa Águeda. Santa Águeda no figura como gran mártir en el santoral eclesiástico, pero sin embargo su aparición en el conjunto de tradiciones populares no sólo es muy destacada sino también antiquísima.
Según relata la historia sagrada, Santa Águeda nació en la ciudad de Catania, Sicilia, en tiempos del emperador Trajanus Decius, hacia el año 249 o 250. El que entonces era praetor de aquellas tierras, Quintianus, parece ser se encaprichó con ella, pues era la que luego sería santa una bella e inteligente muchacha, y así la quiso tomar como esposa. Pero para contraer matrimonio con él, tenía que renunciar a su fe cristiana. Santa Águeda no accedió a este propósito y como consecuencia el mandatario Quintianus tras someterla a una cruel tortura, acabó con su vida.
A partir del siglo VI, Santa Águeda adquirió gran prestigio y devoción entre los cristianos del norte de África y posteriormente se expandió rápidamente por todos los pueblos del Mediterráneo.
Debido a que uno de los martirios que sufrió fue la mutilación de los pechos, Santa Águeda es considerada en la tradición popular protectora de los males de mama, y en general de todas las enfermedades femeninas.
Por otro lado, esta santa también es especial en la tradición vasca por otra razón: es guardiana de la juventud, con la que mantiene una estrecha relación.
En las celebraciones que tenían lugar en vísperas de Santa Águeda, eran los muchachos del pueblo quienes salían de ronda, casa por casa, cantando coplas. No desaprovechaban la oportunidad para dedicar a las jóvenes casaderas las melodías más hermosas.
En otro orden de cosas, especialmente en tierras de Navarra y Álava, el día de Santa Águeda era para la llamada mocería, o cuadrilla de jóvenes del pueblo, una fecha primordial: este día se celebraba la asamblea general y se elegía al dirigente del grupo. En Santa Águeda se permitía además llevar a cabo actos que ordinariamente estaban prohibidos (por ejemplo, hacer repicar las campanas de la iglesia).
El grupo de jóvenes que se organizaba este día tenía una participación destacada en todas las actividades importantes que se llevaban a cabo en el pueblo (funerales, casamientos, fiestas populares, etc.). En el mundo tradicional la juventud ha sido en gran medida la fuerza más importante en el control de muchas vivencias del pueblo y, en general, de la sociedad.