Mutilzaharraren despedida

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Xenpelar mediante estos versos nos muestra claramente el modo de vida de los solterones de antaño. Menciona entre otras cosas la soledad, la ingratitud, el desprecio o los trabajos sin remuneración.

Si bien este ejemplo está directamente relacionado con la versificación, es decir, tanto con los versos improvisados como con los versos escritos de un autor conocido; como ocurre frecuentemente, desde hace tiempo, el pueblo ha hecho suya esta colección de versos y la incluye en su patrimonio popular, con variantes locales. Esto no es de extrañar, ya que los motivos, las expresiones y los temas que trata el bersolari (muchas veces biográficos y basados en un ambiente urbano) están muy arraigados en el cancionero popular y en la perspectiva del mundo tradicional.


Mutilzaharraren despedida
Frantzisko Petrirena Xenpelar, Gipuzkoa

1.
Vayan una docena de coplas nuevas,
mientras mi lengua está en forma,
que sirvan para consuelo
de los jóvenes.
Puesto que verse con mujeres
no basta para hacerse con ellas,
voy a contar a continuación
qué es la despedida de un solterón.

2.
Oídme bien, pues,
cómo vivimos hechos unos viejos.
Fácilmente se queda uno
sin casarse mientras se es joven.
Los achaques se me recrudecen
y disminuyen mis fuerzas,
y he acabado ahora al
servicio de mi hermano
sin cobrar sueldo alguno.

3.
Mi hermano me tiene dedicado a trabajos de monte,
tengo a mi cuñada al lado,
y conforme me abandonan las fuerzas
me acuerdo de los tiempos de juventud.
Ya no hay gula en mis comidas
trabajo día y noche,
aplicándome en las labores y al final
no tengo más que mala gratitud.

4.
Antes, en las romerías,
entre muchachas jóvenes,
todo eran vueltas y más vueltas,
y fanfarronadas.
Ahora llevo la tristeza en mi rostro
vivo en penuria,
con una pipa entre mis labios,
cuidando de estar junto al fuego.

5.
Estoy ahora completamente avejentado
más de lo que hubiera merecido,
y las muchachas no quieren
ni abrirme la puerta.
Ellas gozan de su juventud
ponen mil y mil excusas,
el solterón conoce muy bien
qué es la poca estima.

6.
Quedan referidas pues, sobrinos míos,
las malas historias de los solterones.
Poca ganancia le tocará
con ellas a su sastre.
Tengo los intestinos arrugados,
la mirada triste,
tomad escarmiento los demás
viendo mi estado.