Hasta aquí llega la estación de verano, “la estación de amor”. Ha terminado el viaje por el ciclo estival que comenzamos en mayo. De aquí en adelante, como dice el refrán: “San Simón eta San Juda, joan zen uda eta negua heldu da” (San Simón y San Judas, se fue el verano y llega el invierno). Después de este pequeño descanso, el modo de vida tradicional volverá con sus labores de otoño (recogida de la cosecha, la recogida de castañas por San Miguel, la matanza de cerdos por San Martín, los trabajos relacionados con el mar…) y las horas de luz diarias se reducirán. Los quehaceres domésticos ganarán importancia y de la mano de esta nueva estación, llegarán las costumbres y los trabajos que preceden al invierno.