El folclore mantiene una estrecha relación con el ser humano y con la vida de hombres y mujeres. En el mundo tradicional, desde que nacemos hasta que morimos, siempre encontramos diversidad de actividades y costumbres que ilustran nuestra evolución en el transcurso de cada etapa y edad de nuestra vida.
Volviendo a nuestro cancionero, las melodías y canciones de la infancia ocupan un apartado especial. Existen muchos tipos de canciones diferentes en este ámbito: canciones de cuna, canciones de iniciación (para aprender a hablar, andar, a dar palmadas, a contar, etc.), canciones para jugar…
El niño está vinculado a la canción desde que nace. Al principio escucha canciones de cuna, cantadas por la tierna y dulce voz de su madre, relacionadas con el mundo de los sueños y el dormir del niño, y que siempre cuentan con melodías agradables. Más adelante las canciones se utilizarán para atraer su atención e incitar su curiosidad y, en especial, para que aprenda a mover sus extremidades siguiendo el ritmo de la canción con el movimiento de pies, manos y dedos.
Más tarde, cuando cumpla tres o cuatro años, aprenderá canciones que utilizará en los juegos; algunas como fórmulas de sorteo y otras para el propio juego.
Los niños, entre juego y juego, canción y canción, van creciendo… ¡pero sin olvidar sus letras y melodías!